(Individual - Entrenamiento ESPER y D. FÍSICO) Chico guapo es acosado por matones

Era un día como cualquiera, si, como yo me los imaginaba.
Siempre el sol sonriente con unas gruesas gafas de sol, ni una nube en el cielo y ... bueno, de hecho si había unas cuantas... entré a un pequeño restaurante de la zona, ya tenía mi amada maleta, podía despilfarrar todo el dinero que quisiera, ¿O NO?

Llegué y pedí un enorme helado que seguramente la copa estaría por rozar el techo.
La camarera, que iba vestida de diablilla, lo trajo y lo puso sobre mi mesa, yo por mientras ya había llenado el mantel de saliva.

— Waa, gracias — solté felizmente. Tomé un par de cubiertos y llevé todo eso a mi barriga, la cual ya había perdido todo el peso ganado en la clase de Kintoki-sensei-sama. Tuve que dejar de comer una semana para conseguir todo aquello, ahora sólo pensaba en reponer lo perdido.

De pronto, tres chicos, matones todos, con ese extraño peinado yankee con el que el cabello les lucía por fuera de la frente (como si de un cotonete se tratara) se sentaron junto mío. Dos en frente y uno a lado. No advertí su llegada hasta que empezaron a hablar.

— ¿Oye chico, no quieres acompañarnos a comer? — soltó uno con una mirada malvada.

Oh Dios, era un secuestrador, o quizás aún peor... ¿qué clase de hombre invita a otro hombre a comer? Sí, sin duda era uno de esos tipos que gustan de aprovecharse de los menores, haciéndoles comer para luego venderlos en la feria del estado.

No contesté, seguí comiendo, el helado empezaba a derretirse, el día era insoportablemente caliente después de todo. Tanto así que empecé a quitarme la polera y la camisa encima, uno de los matones me detuvo pensando que iba a desnudarme por completo, obligándome a ponerme todo de nuevo sobre el torso.

— Dios, este chico tiene algo grave en la cabeza. — dijo el mayor de ellos, se hacía llamar Toganeko. — ¿Seguro que es él? ¿El chico vampiro que nuestro jefe nos mandó secuestrar?

El más gordo de ellos, y aparentemente el más lento y torpe (sí, algo cliché pero bueno...) que se hacía llamar Ketsuinu le explicó a su senpai que había tomado la foto de su objetivo, un chico llamado Zero que la pandilla de aquellos tipos tenían por encargo secuestrar para obligarlo a unirse a su legión del mal. Por desgracia, Ketsuinu tomó la fotografía de Zero cuando este se encontraba junto a un escritorio degustando dulces, y de pronto, justo en el momento del flash, un chico con cara de chiste y bastante torpe se puso frente a esta, siendo captado por error por la cámara.

— No hay duda, jefe. Este chico es Zero. — le explicó Ketsuinu a Toganeko, puesto que padecía astigmatismo y no usaba lentes, había olvidado la verdadera apariencia de Zero según las descripciones de su jefe, y ahora se guiaba por el chico que veía ahí. — Tenga cuidado, bajo esa mirada estúpida se esconde uno de los mejores espers de nivel 1 de toda Ciudad Academia, es un prodigo.

Bossun al instante se encabronó. ¿AH? ¿MIRADA ESTÚPIDA?
Lo estaban confundiendo, pero él no notó eso ni los halagos hechos a su compañero de clases.

Hizo atrás su silla, hizo la copa de helado a un lado y le preguntó a Ketsuinu.
— ¿Uh? ¿Sabes con quién estás hablando, palurdo?

Spoiler:

Se quedaron titubeando.
El tercer chico de cabello tenido, llamado Mizumaus, dijo:
— N-no, no hay duda jefecito, éste chico es Zero, sólo mire esa mirada tan impactante.
— Tienes razón idiota, ahora, atrapémoslo. No lo olviden, es un asesino en serio.
— A la orden.


Toganeko sacó un par de armas que alarmaron a los comensales.
Algunos consiguieron huir y otros se escabulleron debajo de sus mesas.

Taparon las entradas, consiguieron unos cuantos rehenes y los colocaron alrededor de por ahí.
— Chico, entrégate, que si no, nos cargaremos a todos los aquí presentes.

Bossun cogió su gorro y sus googles de la silla continua a la suya.
Se los puso meticulosamente.

Los tres matones se quedaron perplejos, aunque sin temor alguno.
El chico Poppman, se llevó los googles a los ojos.
Era un nivel 0, pero podría hacer algo con ellos, tal como pudo haber logrado en clase de Takeshi Sensei.

— Let's rock, little bastards. — dijo

Spoiler:

Saltó hacía detrás de uno de ellos, elevándose sobre el aire, de cabeza, sus pies se movían con gracia mientras cortaban el aire, sus ojos estaban pasmados, parecía que estarían por poco a salirse de sus órbitas, empezaban a inyectarse de sangre... aquel era el poder del chico googles. Sus habilidades podían evolucionar en cuanto tuviera aquellos cristales sobre sus ojos... ¿era algo psicológico? según decían sus profesores, podía lograrlo sin ellos, pero no se sentía cómodo de esa manera.

— Pe-pero ¿qué?

Lo habían visto como un chico demasiado debil, quizás se habían equivocado en cuanto a la descrpición original que tenían de Zero, pero era evidente que alguien como él era incapaz de hacer tales maniobras.

Se paró detrás de Ketsuinu y de pronto:

— ¡¡KARATE CHOP!! — soltó el chico googles, dio un fortísimo golpe detrás del cuello del gordo sujeto, que cayó de bruces apenas fue rozado por la insignificante mano del chico, que desde hace ya varios años, entrenaba algunas disciplinas de Oriente: Tae Kwon-Do, Karate, Kendo, etc. La verdad, era que su madre le había obligado a hacerlo.

Ketsuinu quedó fuera de combate, con los ojos en blanco y con la boca llena de saliva. Sus dos camaradas miraron a Bossun petrificados.

— ¿Viste eso? ¡¡LE MORDIÓ!! El vampiro le ha mordido el cuello.
— Sin duda alguna.

— ¿Ah? — Bossun empezaba a hartarse, no podía entender ya de que hablaban aquellos hombres, secuestradores de inocentes y puros niños, pronto caería en que lo estaban confundiendo. — No soy ningún vampiro, ¡qué joer! además, de haber mordido a su amigo habría succionado aceite y no sangre. — dijo con cara de asco mientras se llevaba los dedos a la boca en señal de que estaría a punto de vomitar.

— Maldición. — dijo Toganeko, en un arrebato por intentar no volverse un clásico enemigo de bajo nivel que es derrotado por el Player 1, sacó su arma del bolsillo y disparó contra Bossun.

Bossun se tiró hacía atrás, esquivando todas las balas arrojadas mientras aún se mantenía por sus dos pies.
En un intento de no plagiar a ninguna película, decidió no hacer toda esa escena en cámara lenta.

Se tiró al suelo, con las rodillas, deslizándose hasta aquel hombre como si estuviera en una pista de hielo, por suerte, recién habían trapeado el suelo de aquel lugar. El cuerpo de Bossun pasó por entre ambas piernas de aquel hombre, pero su cabeza no, su frente se estrelló contra la ingle de aquel hombre, haciendo que gritara de dolor.

— ¡¡DIOS MÍO!! ¡ME DIO EN LAS KINTAMAS!

Bossun se puso de pie de inmediato, pasándose un trapillo por la frente con cara de asco.
Mizumaus se puso a lado de su jefe, para intentar reanimarlo.

El chico googles, se quitó estos y los pasó sobre su frente, en una forma delicada y sutilmente atractiva.
Sus ojos habían dejado de estar rojos, pero su mirada había pasado a ser una más acojonante.

— ¿Y bien, hombrecito? ¿Vas a vengarte ahora que te he dejado esteril?

Togainu sólo pudo soltar un ruidito de digusto, susurró algo mientras se apretaba los dientes.

Spoiler:

El matón se levantó de nuevo, pero lamentablemente no pudo percatarse de que Bossun se le había tirado encima, como un simio se avienta sobre un árbol.

Ahogó un grito mientras Mizumaus escapaba del lugar, ahullando que necesitaba ayuda, diciendo que un maniático había entrado a asesinar a su amigo.

Bossun empezó a golpearle la cara, la dejó morada, lo dejó tan inconsiente que pensó que lo había matado, inclusive le había mordido la nariz y le faltaba mucho cabello, sin mencionar que, según diría el médico en el hospital, había quedado estéril por el golpe recibido en la entrepierna.

Bossun rió como un loco maniático.
Llegó la policía, y también el Judgment que se encargaría de aquel chico lunático.

— Bien chico, gracias por tu ayuda. — decía el oficial Gordon de la policía. — Hemos estado buscando a estos sujetos por un largo tiempo, se dedicaban a robar servilletas y salsas de tomate en todos los restaurantes de la ciudad.

— No fue nada, jefe. — dijo Bossun triunfal.

— Nos habríamos salido con la nuestra, de no ser por este entrometido y su estúpido perro.

Todo el departamento de policía, el Judgement, los comensales y Bossun estallaron a carcajadas.

— Y bien chicos, ¿qué aprendimos el día de hoy? — preguntó el oficial Gordon hacía todos los presentes.

Bossun se limitó a contestar:

Spoiler:

FUJISAKI VALENCIA, CARAJO!

+3 físico, +2 esper