En Armonia... (Entrenamiento)(privado)

Llege de rio abajo dando saltos entre las rocas de la orilla. Estaba de mucho mejor humor que el dia anterior, me sentia mas seguro y el mensaje de nana de que se me venia otro entrenamiento encima no hizo mas que conronar mi alegria.
-Hola Sensei nana -la salude con una amplia sonrisa.

-veia que hoy estaba de mejor humor asi que sin lugar a dudas le conteste su entusiasmo de la misma manera.
hola Juimpa-kun!
vale...perdona lo de ayer pero como veras hace ya varios dias que no peleo con nadie
-continue sonriendole de manera amable para que entendiera que lo de ayer no era para matarlo.
vale... hoy canalizaremos tu energia esper por todo tu cuerpo..

redireccionando mi cuerpo con la gravedad y el suelo pude lograr avanzar a una gran velocidad, de pronto vi a y a un chico q no habia visto antes, me detube y dije

buenos dias nana-sempai, quien es su amigo?

dije de forma educada y seria, mientras miraba de reojo a ese chico

-sin mas remedios, comence con las formalidades de nuevo y los presente.
El es juimpa... es nuestro compañero
y ella es eureka...
-con un poco de duda y en un tono amable pregunte a eureka.
nee eureka entrenas con nosotros?

-Si sensei -dije haciendo una ligera reverencia, no queria ser grosero pero inclinarme era algo que nunca habia hecho y no creia que fuera a hacerlo nunca.
Sonrei a eureka con amabilidad, intentando transmitirle algo de confianza. Era mi reaccion normal ante alguien potencialmente peligrosos, no queria ser prejuicioso pero Eureka se aproximaba mucho mas al perfil clasico de un despertar que nana, podia verse claro tanto en su postura como en sus ojos...

me gustaria entrenar con alguien de su nivel sempai

dije de forma respetuosa mientras miraba de reojo a aquel chico y le decia

cual es tu poder?

Me sente junto a nana, recordar mi poder seria un trabajo demasiado pesado y mas aun si ademas debia ponerlo en palabras.
-Digamos que por ahora lo estoy conociendo -conteste a la defensiva. -¿que haremos hoy sensei?

-sonriendo mientras me sentaba de manera comoda cruzando las piernas en el suelo, prosegui a comenzar a hablar.
el esper es cuestion de controles...es cuestion de saber controlar tus impulsos, recuerda... un esper
es una evolucion del ser humano, alguien que puede controlar poderes que de otra forma no se lograrian en un humano verdad... puede decirse que un super humano... por tanto el control es la base de todo
-dicho esto, le hice una pequeña demostracion cerrando los ojos, concentrando mi energia esper y de inmediato en mis manos salian dagas de cristal.
vale... esto es el control de la energia...mover la energia a un punto... o un objeto tambien...
es simple...sientate...relajate y respira hondo
-dije continuando mientras hacia las indicaciones que yo le daba por mi misma.
y al final veras como la energia fluye poco a poco

Me sente frente a nana sin despegar los ojos de las dagas que acababan de aparecer en sus manos. Control, tal vez era eso lo que me faltaba, siempre me habia dejado llevar y tal vez lo unico que nesesitaba para desvaelar miesper era control sobre el.
Me saque la moneda del bolsillo, murmure cara y la lance al aire. Seguramente no se correspondia con lo que nana esperaba de mi pero esa moneda era especial, o mejor dicho lo que representaba lo era. Atrape la moneda en el aire y sin mirar el resultado volvi a arrojarla murmurando cruz. Ese simple redondel de oro me recordaba mi objetivo, habia caido en mis manos en circuntancias extrañas en ese mismo rio, como si estubiera destinado a encontrarla.
Por tercera vezla atrape y la volvi a lanzar, sin decir nada esta vez. Azar o destino, la moneda representaba al azar y habia caido en mis manos por obra del destino, en esas dos palabras se encontraba el sentido a todo, Azar o Destino, tal vez ambos, talvez yo era ambos y ninguno al mismo tiempo, el peon y la mano que manejaba las fichas, observador y protagonista.
La moneda callo en el suelo sin que yo hiciera amago de recogerla, me sentia extraño, me sentia en un estado mental superior, como si mi alma se elebara por encima de mi cuerpo. Senti como otra sensacion se despertaba en mi, vaga, pero insistente...

-poco a poco sentia como Juimpa iva liberando sus energias, una y otra vez vi caer la moneda, hasta que paro en el piso en seco, cerre los ojos al mismo tiempo y decidi hacer el entrenamiento yo tambien, me faltaba entrenar un poco y de seguro le serviria que yo no lo estuviese observando demasiado, de mi espalda salieron varias dagas de cristal, incontables dagas de cristal, enormes y que me daban un aspecto bizarro ni un mosquito en mi oido podia dejar que yo no continuara concentrandome.
eso es Juimpa.
-le susurre muy suavemente, sus energias enserio estaban saliendo a la luz.

No se describir la sensacion que me recorria... no era bienestar, no, mi cuerpo temblaba de placer pero de un modo salvaje que nada tenia que ver con el placer en si mismo. Era calor, era electricidad, era mi sangre hirbiendo en mis venas. Era la sensacion de que el mundo era tuyo, de que todo era posible, siempre me habia considerado a mi mismo alguien arrogante, pero ahora no era solo arrogancia sino la certeza de ser todo lo que alardeaba y mas.
Pero entonces supe la verdadera diferencia entre un esper alto y bajo, yo no era quien ostentaba ese poder, casi podia verlo flotando frente a mi pero cuando intente recogerlo "algo" lo alejo.
-Despertar -me acuso una voz profunda en la oscuridad.
Senti miedo, no por ello deje de sentirme tan poderoso como antes pero ahora estaba ante alguien mas poderoso que yo... en mi propia cabeza.
-Despertar -dijo mas insitente, empujandome suabe pero incansablemente al exterior ¿que era eso? solo una idea me parecia logica, eso era (a grandes razgos) yo, mi inconciente, mi yo oculto, yo mismo me rechazaba y me impedia alcanzar mi potencial.
-Despertar...
La sensacion de triunfo era mi forma de acceder al esper, pero mi propia conciencia componia un ancla que me dejaba clavado en mi lugar.
-¡Despertar! -dije en voz alta, casi gritando. Esa cosa era yo, una gran parte de mi mucho mas unida al esper. Yo era azar, el era destino, yo me dejaba llevar por la marea, el me habia giado en cada paso de mi vida. Yo me habia unido a despertares cuando se presento la oportunidad, el me reprochaba esa idea egoista.

Abri los ojos justo a tiempo para ver la daga de nana volando directamente a mi rostro, el miedo no llego a aflorar, el entendimiento de lo que sucedia llegaria bastante despues de que la daga se hundiera en mi carne y los reflejos resultaban demasido lentos para que alcanzara a pestañear siquiera.
Pero mi "otro yo", aque que acaparaba todo mi esper, estaba mas que dispuesto a sobrevivir, senti como una gran cantidad de energia abandonaba mi cuerpo sin previo aviso, era casi imperceptible pero podia notar como el esper en mi se fundia con el mundo a mi alrededor, lo rechazaba y lo alteraba sutil pero notablemente a mi favor.
La daga desvio su vuelo de un modo imperceptible al ojo humano, paso rozandome el cuello, cortando incluso algunos cabellos limpiamente pero sin derramar una sola gota de mi sangre.
Todo habia resultado tan rapido, para un observador externo habria parecido que Nana habia errado el tiro, pero mi agotamiento tanto mental como fisico desbelaban que no habia sido asi.
Me incorpore de un salto en una pocicion defensiba, Nana me habia atacado y estando yo debil era mi instinto animal lo que comandaba mis acciones.

-vi con mis propios ojos como la daga no le hizo siquiera una pequeña herida y como esta se clavaba en el piso a unos metros de el, me sorprendi sobre manera y le sonrei, mas sin embargo el habia actuado demasiado pronto, de seguro su instinto le hacia tomar una posicion defensiva pero a la vez de ataque, sabia como se sentia eso, la adrenalina corriendo por todos los torrentes sanguineos y el cerebro trabajando en cuestion de segundos para formular un ataque, eso era lo que yo en cuestion hacia.
vale...solo era una prueba... tranquilo... que sabes q no te mataria...
-continue sonriendo mientras que yo tambien me paraba.
dudo que puedas mantenerte tan en pie como desearia...y la concentracion esta abandonando tu cuerpo...

Agh ¿porque tuvo que mencionarlo?
Ahora que no habia ningun peligro del cual defenderse senti como pesaba el cansancio sobre mi, como si hubiera recorrido el mundo entero de la noche a la mañan, ida y vuelta.
La vista se me nublo, tuve que luchar para mantener los ojos abiertos y evitar asi otro desmayo, senti como mi mente se desligaba completamente de mi otro yo, como volvia a la realidad, a mi oscura realidad. Si la sensacion de triunfo habia liberado mis poderes ahora que estaba agotado me invadio la derrota y la baja autoestima.
-¿No... me mataria sensei? -llege a preguntar con vos pausada y dudativa antes de que mis temblorosas piernas se rindieran y me dejaran caer.

-vi como sus piernas temblaban fui hasta a el y le puse su brazo rodeando mis hombros de tal manera que yo pudiera ayudarle a caminar, a pesar de que el habria visto cuanta dedicacion le ponia yo a su entrenamiento, al parecer el aun dudaba de si yo fuera capaz de matarlo, con una voz suave para no molestar mas su cabeza de lo que ya estaba le respondi.
no seas tonto... yo no te mataria... callate y handando...
-le decia con una actitud de indiferencia, mas si embargo yo le respetaba por poner tanto empeño en mejorarse a si mismo.

Una sonrisa, un unico rayo de amor propio me calento el corazon, estaba a salvo ahora tal vez despues de todo los despertares si era mi lugar.
La oscuridad volvio a invadirme y rechazarla fue un error, sin el consuelo de la inconciencia mi mente me atormento con miles de ideas e imagenes que luego no recordaria. A causa de esto mi exausto cuerpo se cansaba aun mas, debilitando tambien mi mente y aumentando la crueldad de la tortura, un circulo vicioso en el que me mantendria suspenndido durante horas, esa noche daria vueltas en mi cama una y otra vez intentando conciliar el sueño que no era sino una pesadilla.
Mi unico consuelo en el futuro cercano seria pensar que era solo causa del agotamiento, que tan pronto renobara mis energias volveria a ser el mismo, aunque por ahora solo podia dejarme arrastrar por Nana a donde mi sensei dispusiera llevarme.