(flashback)coincidencia

— ¿Siete, eh? — dice sonriendo el chico. — Para nosotros en la Iglesia Romana el siete es el número de la dicha. Siete días tomó la creación de este mundo, siete fueron las últimas palabras de Jesús en la cruz, siete son los dones romanos, cada siete parejas de animales eran subidas al arca de Noé... — ahogó una risita. — aunque también el libro del Apocalipsis está plagado de sietes.

Pisaban las hojas muertas.
Las raíces de los árboles empezaban a levantarse.
Y el sol se estaba poniendo. El cielo era naranja y se estaba volviendo violeta.

— No tengo cualidades para ser un esper. — dice el chico sonriendo. — Jamás podría serlo aunque asistiera a una escuela de Ciudad Academia... aunque por algo preguntas, ¿no es verdad?

Entonces imagino que eres cristiano... esa religion yo no la conozco muy bien, fui criada sabiendo que deberia creer en un dios, mi abuela siempre me lo decia
-y ahora los recuerdos de mi abuela se habian hecho presentes, la conversacion ante todo parecia ser una catarsis de mis emociones mezcladas con algunos misterios sobre ese chico...me preguntaba si siempre era el mismo con el que en estos momentos comenzaba a conocer, aunque parecia mas bien dicho que el me comenzaba a conocer a mi.
es que no te ves como un esper... o no lo se... no sentia tu energia...
al principio pensaba que estabas cansado pero al denotar que habia pasado un rato vi que tus energias eran mas bien distintas
-me encogi de hombros tal vez eran mas ni menos cosas mias, cosas de mis pensamientos agotados por tantan situaciones casi irreales

Vaya, ¿una esper puede hacer algo como eso?
No tenía conocimiento acerca de ello, pero era de cierta forma fascinante, ya que desde siempre había pensado que la magia era algo más cercano a la divinidad que el poder dado a aquellos pecadores por la ciencia.

— Jeje, más bien soy Católico. — dijo llevándose el dedo entre la nariz y la boca en señal de bochorno. — En verdad tienes unos poderes bastante interesantes... ¿podrías decirme cuales son exactamente?

-lo mire con un poco de curiosidades, me habia cambiado de tema, y me preguntaba de hecho si el siempre
solia ser asi, al parecer se habia incomodado con mi pregunta, al escuchar su pregunta entonces yo no hice
mas que contestarle, no perderia nada con decirlo
de hecho... mi poder es el cristal... pero esto que vez aqui
-dije señalandole mi brazalete de rubies.
esto siempre esta lleno de energia y estoy en armonía constante con el...
asi me doy cuenta de algunas cosas...

— Oh, hablas como si poseyera algún poder mágico. — levantaba la vista para ver aquello intrigado, ¿era verdad o sólo una vieja tradición familiar que afirmaba que todo lo que heredaban estaba poseído por algo? era común entre ese tipo de tradiciones el obsequiarles a los hijos amuletos preciados que les dieran una especie de protección, haciéndoles creer que en verdad funcionaba si creían en él.

O quizás fuera verdad...
¿Por ello detectaba que no tuviera poder esper... pero si algo más?
"Soy un mago y he venido aquí a matarte, pecadora"
Por un momento pensó en soltarle esas palabras.

-me encogi de hombros, si el ignoraba mis preguntas entonces yo tambien las ignoraria, siguiendo
con el camino hacia el castillo, ya comenzabamos a ir a la direccion correcta de nuevo, lidere entonces
el paso y mientras lo hacia comence a pensar en que decirle.
bueno veras... ya he visto tantas cosas q no me sorprenderia ver algunas otras...
tu... me recuerdas a alguien.
-hable de una manera nostalgica, si... era takeshi sensei quien siempre actuaba casi de la misma forma
que ese chico, pero con una sonrisa q le iluminaba el rostro

-no podia hacer nada mas que seguir con la pequeña platica, ya ivamos a llegar y no faltaba
poco para que el fuera hacia a gin y no le volviera a hablar en dias, aunque quien sabia.
este brazalete no es magico... lo hice yo misma y esta en constante resivimiento de energia
que a su vez hace expulsar cierta cantidad a la zona para que asi detecte si hay vida...
no es suerte... ni magia... es ciencia
-aunque si bien mi comentario no era muy acertado acerca de lo que era, sabria que el entenderia,
no me gustaba que me tomaran de torpe o de tonta y el seguia ocultando varias cosas... lo mas inteligente
fuera hablar de el.
parece que tu pensaras que existen esos tipos de objetos... "magicos"

porque? en realidad no tienen logica esos acontecimientos... todo tiene una repuesta cientifica...
-al denotar que en realidad el se extrañaba por mis decisiones yo me extrañe de las de el, no era un esper
yo lo entendia, pero probablemente el estuviera al tanto de nosotros, quien no lo estaria?
en ese momento no era momento exactamente para pensar en ese tipo de asuntos, magia o no esta jamas nos
destruiria...
tu crees en la magia? en los milagros?

— Jeje, qué pregunta. — dice mientras se toca el crucifijo que tiene sobre su pecho... y vaya qué que pregunta... desde el momento en el que conoció a Linoge, nunca ha puesto en cuestionamiento el poder de los milagros... — Pero bueno, Nuestra Santidad siempre nos ha dado una razón para creer, y nunca dudaré de ello... ¿hay alguna razón por la que tú no creas?

yo no merezco ser llamada santa
-le sonrei al decir esas palabras, el parecia ser una persona curiosa, muy unido a su fe cosa que respetaba mucho hacia mucho contraste a diferencia mia la cual nunca habia ido a ningun templo solo para agradecer cosas...si habia ido era por tradicion, por obligacion, nunca me habia acercado tanto a "dios"... eso no era algo que hiciera...
segun el catolicismo todos son pecadores...tu lo eres?

— No me excluyo de las masas, no soy nadie en especial... y como te dije... acabé traicionando a mi pueblo, por ende soy un pecador, pero dependiendo de quién lo vea... porque esa traición fue para servir a Nuestro Señor... — en sus ojos se guarda un poco de recelo y nostalgia. — Como sea, todo tiene una razón de ser. Y la mía ya fue estipulada...

no es que te incomode... pero de seguro me ire al infierno por mi vanidad...
-esto lo dije con un tono demasiado serio, no sabia como demonios hacia para equilibrar las cosas buenas
que habia hecho con tanto sufrimiento que habia causado...no solo para mi si no que para las personas que me rodeaban.
denoto que no te gusta entrar mucho en detalle...porque sera?
-eso lo habia pensado en voz alta pero si bien no me molestaba que el lo halla escuchado, o bien podia ignorarme o bien podria seguir con mi gracioso monologo sobre el..
que cosas ocultaras dentro de esos ojos...

— ¿Tan segura estás? Todos tenemos algo de vanidad, debo admitir que yo quizás... también un poco. — Al parecer la chica era una persona a las que la Religión, no les importaba demasiado... aún cuando fueran advertidos de tantas cosas que sufrirían si no seguían la palabra de Nuestro Señor, y de cuantas cosas serían bendecidos si así fuera...

El chico sonrió, no era una sonrisa agradable.

— Estoy seguro de que no te gustará saberlo. — Su pasado era quizás, el peor de los pecados, algo que debería borrarse de la Historia.

-Al escuchar esas palabras incluso me recorde a mi misma, como yo en un intento desesperado de ya no volver a sufrir deshice todos los recuerdos de mi familia en mi mente, para mi mi unica familia era aquella señora de edad
avanzada que me habia cuidado desde que tenia memoria, suspire y denote como su sonrisa aparentaba una cierta
crueldad pero tal vez tristeza mezclandose juntos, me detuve y lo mire entonces sin decir una palabra.
hasta la muerte... es un error y algo que se perdona...
pero sabes? la cuestion es perdonarnos a nosotros mismos...
-mire como el castillo ya se alzaba ante nosotros, suspire y me volvi a voltear.
si dices q no te arrepientes... no veo el porque ocultarlo.
-luego sin mas que hacer que señalarle la puerta le dije.
alli podras encontrar a gin...

— No esperaba que llegáramos tan pronto... — dijo aún, después de ignorar la invitación de Nana a que contara sobre éso... y en verdad ya habían llegado al Castillo, había pensado en una especie de discurso barato que soltaría frente a Gin para convencerle, pero varias de esas ideas revoloteaban sobre su cabeza y ya no podía alcanzarla aún cuando levantaba las manos.

Se dio la vuelta para ver a la chica a los ojos.
— Gracias por todo, fue un recorrido más placentero de lo que originalmente había planeado...

claro... ya sabes donde buscarme...
-dije sin mas tirandome al piso a echarme una siesta, realmente no habia
nada mas que yo pudiera hacer, aparte del hecho que preferia dormir y ordenar
las ideas que habia tenido entonces..