En la oscuridad de la noche...

La luna brillava con intensidad sobre el bosque y Hokada se encontrava sobre un árbol mientras obserbava la enorme luna que brillava. Su cuerpo humano seguía estavle y todo gracias al doctor cara de rana con sus sedantes.
-Es lamentable que solo funcionen por una noche. -Decía el peli rojo mientras seguía observando aquella hermosa luna que jamás había visto en su vida. Era tan fasinante que se sentía impactado y maldecido, ya que podría ser la única luna llena que podría disfrutar si es que el experimento no salía como se pensaba.

El sonido de la quietud fue levemente acompañado por el sonido de un buho que mirava intensamente al chico con sus enormes y penetrantes ojos amarillos.
~Snif! Sanif!~ -Hiso la nariz del chico al captar un olor que le era muy familiar, por lo que saltó de rama en rama en silencio hasta que una espesa niebla aparecía.
Los ojos de Hokada cambiaron a un intenzo violeta para adaptarce mejor a la oscuridad y no muy a lo lejos, pudo ver a una persona que bestía una hermosa capucha roja. El color resplandesía en sus ojos y este solo se limitó a asercarce en silencio cuando escuchó a aquella persona hablar.

"-No pensé que...haría tanto frío..." Decía aquella chica mientras seguía caminando, por lo que Hokada se asercó lentamente hasta ella y se quitó la enorme chamarra para colocárcela en la espalda.
-¿Porqué una hermosa chica sale al bosque a estas horas y no se lleva algo mas para taparce? -Decía el joven con una sonrisa mientras sus ojos cambiaba denuevo al azul de siempre, antes de que la chica siquiera le dirigiera la vista.

-Yó tampoco esperaba encontrarte por aqui. -Dije mientras dava una sonrisa alegre como las de siempre y sentía como Yuuki bajaba la mirada mientras yo reía un poco y contestaba a su pregunta.
-Observo la luna llena, ya que núnca la había visto en mi vida. ¿Estás aquí por lo mismo? -Preguntó el chico mientras la neblina seguía y la luna iluminava un poco el suelo entre las ramas y hojas de los árboles que se encontraban al rededor.

-Aun asi... -Dijo con la misma sonrisa mientras habría los ojos e intentava ver al rostro de Yuuki. -[/color=blue]no creo que este sea el mejor lugar para que se encuentre una chica como tú, aunque esa capucha rojiza se te ve muy bien. Te pareces como a la pequeña caperucita roja.[/color]
La sonrisa del shico seguía siendo basta mientras intentava interceptar los ojos de la chica.

Mi comentario había echo que Yuuki se ruborizase un poco, cosa que me mantenía calmado y felíz por una extraña razón, mi nariz picaba un poco cuando estava junto a ella, pero aun asi no era molesto como para que me alejase.
Seguí observando los ojos de aquella chica que tanto me ilusionaba cuando algo cambió de repente.

"-Hokada... tú... Tú..." Decía mientras girava su cuerpo y comenzava a temblar de una manera muy peculiar.
-¿Qué pasa Yuuki-chan, ¿yo que? -Le preguntaba un poco nervioso, ya que no sabía que le pasaba. Parecía como si... como si ella se hubiera perdido completamente de este mundo, por lo que toqué sus hombros con delicadeza y me preocupé aun mas.

"-Lo que pasa es que.." Dijo Yuuki de una manera que me espantó. Mi corazón latía a cada milésima y podía sentir como si algo en el pecho me apretace. Algo que me infundava un miedo espantozo, ya que deseava que no fuera verdad todo.
Yuuki agarró mi mano con fuerza y dijo. "-Ambos somos iguales de algún modo , pero muy diferentes al mismo tiempo" Mientras que sus ojos cambiavan a un rojo intenso y casi luminicente.

Me quedé impactado, ya que no savía como reaccionar. Mi corazón seguía latiendo y sentía como el aura de Yuuki cambiaba de cierta manera mientras que a mi cuerpo lo acompañaba un extrano escalosfrío como si un balde de agua helado hubiera caido sobre mí.
"
-Hokada...yo soy un vampiro.Yo no debería estar hablanco contigo....no debería tener un lazo contigo.Yo me había prometido que ya no haría ningún tipo de lazo con nadie más...tú ni siquiera eres consciente de lo que eres y me preocupo por tí ...-" Estas palabras hicieron que mi corazón se helase por completo. Yuuki sabía mi secreto.... sabía algo que me estaba acosando desde que tenía memoria, por lo que agarré su mano aun mas fuerte mientras escuchava aun su voz tembloroza.

-Yo... -Dije con una pausa mientras cerraba mis ojos y luego los habría para mostrar aquel color cristalino y violetusco mientras que mis orejas s bolbían puntiagudas y mi mandíbula mostraba unos colmillos blancos y relucientes.
-Yo lamento que esto no saliera bien.... pero porfabor, no te asustes. -Decía mientras abrazava a Yuuki con fuerza y colocava mi rostro sobre su hmbro mientras una pequeña lágrima salís de uno de mis ojos.
-Por fabor. No tengas miedo. -Seguía diciendo mientras un horrendo dolor transcurría mi cuerpo, ya que había echo algo que me había dolido mas que cualquier otra cosa. Le había echo daño a aquella persona que me importaba. No sabía si podía sostenerme de la misma manera que antes lo hacía siempre que llegaba a las clases mal erido, sentía como mis fuerzas se hiban y mi sonrisa se combertía en tristeza.

Yuuki parecía ser la única persona en este mundo que podía lograr a comprenderme, era alguien que desde el inicio de que nos habíamos cnocido sabía esactamente lo que era y siempre había guardado el secreto, por lo que yó devía de hacer lo mismo que con el sullo.
-Lo siento, lo siento, lo siento. -Decía mientras sentía como sus manos acariciaban mi cabello y mis lágrimas salían en completo silencio.
-Eres una persona importante para mi y, no me importa que hallas tomado de mi sangre. Pero... -Decía con la voz tembloroza mientras pensava que Fausto podía haberla dañado de cualquier forma, cosa que me aterraba enormemente, ya que si la perdía, no sabía que podría hacer.
-Creo que Fausto tiene que desaparecer de por vida... por fabor Perdóname. -Seguía diciendo con tristeza mientras continuaba abrazando el cuerpo de Yuuki.

Podía sentir como mis pensamientos de preocupación hacia Yuuki inundavan mi ser, por lo que la única manera de mantenerla a salvo de mi mismo, era el separarme de ella y combatir al animal que llevava dentro. Solo así podría protegerla.
Llevé mis manos a sus hombros e hice mi cuerpo hacia trás unos centímetros para poder ver sus hermosos ojos, los cuales brillavan de una forma dulce y tierna, por lo que me quedé perdido ante ellos a pocos centímetros de nuestros rostros. -Yuuki, yo... yo.. -Decía en pequeñas pausas mientras le seguía observando.

"-Ya no llores...por favor." Decía Yuuki mientras acariciava mis mejillas dulcemente y veía directamente a mis ojos mientras que yo me perdía en los sullos, podía ver como pequeñas lágrimas recorrian igualmente sus mejillas ruborizadas y podía sentir como ella había sentido el mismo dolor que yó durante mucho tiempo, por lo que podía sentir como sus ojos al verme, entraban a travez de mi ser y exploraran todo lo ue yo era.
-Yuuki... yo... -Decía mientras me asercava aun mas hacia ella hasta estar topando casi piel con piel mientras veía aquellos colmillos que salían de sus labios mientras mi corazón se aceleraba mas y mas, ya que mi cuerpo reaccionaba por si solo, por lo que pensé. -¿Esto es a lo que la gente llama amor?

"-Ho..Hokada...." Decía Yuuki mientras parecía dejarce llevar por el momento y cerraba sus ojos, por lo que hice lo mismo.
En ese momento, el miedo llegó a invadirme por un segundo, ya que esto era devido a si en el futuro, sería capaz de hacer algo para que Yuuki no sufriece, aunque este no era el momento para detenerme a pensar en ello, por lo que al terminar de cerrar los ojos, seguí hasta asercarme lo suficiente como para que nuestros labios hicieran contanto.

Pude sentir como los colmillos de Yuuki chocaban con mis labios de una manera muy dulce, mientras que mis manos bajavan hasta su cadera y espalda para agarrarla suavemente, y asi sostenerla serca de mi cuerpo, el cual seguía reaccionando por si mismo.
-No puedo evitarlo. La amo demasiado. -Pensava mientras que al mismo tiempo deseava que este momento mágico núnca acabace, puesto que tal vez, sería el único momento alegre antes de ingresar al laboratorio, donde de seguro, estarpia encerrado un buen tiempo.

Era una sensación extraordinaria la que podía sentir en aquel momento, ya que si algo me habían comentado mis padres, era que el amor podía atrabezar cualquier cosa.
-Ojalá esto durara para siempre. -Pensé mientras podía sentir un sabor salado por las lágrimas de Yuuki que caía a travez de nuestros labios.
Separé mis labios de los de Yuuki e intenté mirar su rostro, el cual podía observar con aquella capucha roja que había resaltado sus ojos con anterioridad.
-Yuuki... -Decía con un tono preocupante, ya que un beso podía significar muchas cosas, pero el expresar los sentimientos, podía ser algo diferente.
-Yuuki, yo... yo... te quiero mucho, me... me.. gustas. -Decía apenado mientras la veía, ya que realmente no sabía como Yuuki respondería a sus sentimientos. Además de ello, tendría que contarle sobre el plan del doctor cara de rana y tendría que desaparecer por un tiempo. Podrían ser un unas horas, un día, un mes o mas.

Me quedé pensando durante un momento y justo al momento que pensaba en que Yuuki me diría que mi amor no era correspondido, esta soltó un fuerte y amoroso abrazo sobre mí mientras que la neblina y las nubes desaparecían, haciendo que la luz brillante de aquella luna iluminace la oscuridad.
-Siempre la luz puede aparecer en medio de la oscuridad. -Pensaba mientras comenzaba a poder observar con mayor claridad el rostro de mi amada.
Sus ojos rojos brillavan como los citrales de una iglesia mientras su color rojo resaltava con aquella capucha que llebava puesta sobre si.
"-También me gustas mucho Hokada-kun" Se pudo escuchar probenir de los labios de Yuuki mientras mis oidos prestaban atención a sus hermosas palabras.
Mi rostro se quedó enfocado mirando al de ella y una sonrisa me invadió de lleno. No savía si era amor y alegría convinados, pero de algo si estava seguro, y hera de que tenía que protegerla de mi mismo, por lo que la abrazé fuertemente.
-Yuuki-chan, hay algo de lo que quiero ha.. -Dije cuando de la nada un fuerte impulzo recorría mi cuerpo, haciendo que las retinas de mis ojos se hicieran mas grandes.
-Maldición. -Pensé mientras que podía sentir como si algo quisiera salir de mi pecho, por lo que me quedé paralizado unos pocos segundos mientras comenzava a sudar.
-¿Porqué ahora? -Seguía pensando mientras sentía como el resplandor de la luna impactava en mi espalda. Al parecer los analgésicos estavan a punto de acabarce y la luna haría que las cosas se pucieran un poco intensas, por lo que de seguro Anderson estaría serca por si algo sucedía.

Las cosas comenzaban a salirce de control mientras sentía como Yuuki comenzava a tomar mis mejillas y se preocupaba por mi. -No puedo controlar mi cuerpo. -Pensaba mientars que aun veía como Yuuki era agarrada fuertemente entre mis brazos.
Intenté parar mis movimientos con una fuerte desesperación mientras que de mis ojos brotavan lágrimas, ya que sabía que si no me controlaba, podría causarle daño a Yuuki.
-No!!!! -Decía en gritos mientras intentava no perder el control sobre mi cuerpo, mis ojos crecían y mi cuerpo empezava a moverce brúscamente hacia los lados.
Los dedos de mis manos comenzavan a estirarce y deformarce cuando en un momento de furia y coraje logré soltarla. -Despégate ahora. -Decía con fuerza mientras comenzava a agarrar mi rostro y los dolores de cabeza comenzavan a presentarce.
-Goaa!!!. -Se escuchava probenir de mi garganta mientras el sonido de las articulaciones comenzava a sonar cada vez mas fuerte.
Las piernas se estiraban y se formaban como si fueran las extremidades de un lobo mientras que mi ronco pecho comenzaba a crecer acompañado por una enorme cantidad de pelaje oscuro, las manos comenzavan a formarce y las afiladas garras al salir, desgarrararon la ropa que llevava puesta ensima.
El rostro comenzaba a trastornarce para formar un enorme ocico mientras que los demás colmillos comenzaban a formarce y la nariz puntiaguda se formaba en bola y se oscurecía como el oscuro pelaje aunque esta brillava como acabara de salir del agua.

Comenzé a caminar hacia una sombra sercana de un árbol mientras intantaba tapar mi rostro con mis enormes manos y veía con desesperación a Yuuki mientras lágrimas de tristeza y rabia comenzaban a brotar incansablemente.
-¿Porqué ahora?. porfabor, detente!!! -Pensaba mientras el terror comenzaba a apoderarce de mi mente, tenía miedo de combertirme en aquel monstruo, pero.. tenía aun mas miedo de poder atacar y lastimat a Yuuki, ya que no sabía como podría reaccionar.
Seguí caminando con esfuerzo hacia la sombra de aquel árbol y clavé inconcientemente las garras sobre su cobertura para luego dezgarrarle con fuerza.

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-Wooo!!!. -Sonó de la enorme figura siniestra, la cual se incorporó del suelo para luego girar la cabeza y ver a Yuuki con sus enormes ojos violetas mientras su lengua salía directamente por el costado derecho del ocico y colgaba.
-Miren a quien tenemos aqui. -Dijo Fausto con singular alegría mientras veía a la chica con su capucha roja y con la prenda que le había colocado Hokada con anterioridad mientras terminava de levantarce y mostrava sus colmillos bláncos como perlas mientras que su mirada rabioza y con sed de sangre se presentava en él.
-Dime caperuzita roja... ¿vas a casa de la abuela? -Desía con ironía mientras comenzava a asercarce léntamente y preparava sus garras afiladas y brillosas como espadas hasta que algo lo puso alerta. Varios olores diferentes ya le tenían rodeado a una distancia no mas de 20 metros e indudablemente se asercavan rápido, sos oidos comenzaban a ponerce en punta para escuchar mejor el movimiento de aquellos rápidos pasos.
-Asi que ya están preparados. -Pensó el lobo mientras seguía observando a Yuuki, ya que si tenían intenciones de atraparle, al menos intentaría llevarce un gran bocadoa la boca antes de que siquiera llegacen.

"¡Hokada...sé que estás ahí!,¡no dejes llevarte por esa bestia que vive dentro tuyo , él no es dueño de tus pensamientos ni mucho menos de tus sentimientos!" Gritó Yuuki con fuerza mientras intentaba hacer que Hokada regresara a su cuerpo, sin embargo esto podía ser dificil, puesto que Fausto tenía completo control sobre él.
Fausto miró de una manera sencilla a aquella chica que parecía estar indefenza sobre el suelo y reía con locura. -Buajajaja.
Él sabía que aquellas palabras de Yuuki no resultarían, sin embargo aquellas gentes se estavan acercando con mucha rapidés, por lo que si iva a atacar a la chica, devía de hacerlo con rapidés.

-Hora de comer. -Dijo Fausto al lanzarce directamente contra Yuuki, sin embargo un brillante y fugaz resplandor caió entre Yuuki y Fausto, haciando que este mismo tuviera que lanzarce hasia atrás con fuerza.
Sus garras se clababan en el suelo con fuerza para detener sus movimientos cuando vió en frente de Yuuki a un hombre enorme con sables.
-Es bueno verte denuevo Fausto-kun. -Decía el padre Anderson mientras veía de reojo a Yuuki y le extendía algo sobre su mano.
-Yuuki, esta es una medicina especial que lo calmará, intenta clavarle la jeringa cuando lo tengamos ocupado. -Dijo el padre Anderson en lo que se lanzava contra Fausto, el cual pudo percivir con su olfato a aquellas demás personas que soltavan contra el disparos elécticos.

-Sus pistolas paralizantes no funcionarán contra mi. -Dijo Fausto para luego percatarce de que Alexander y 4 personas mas caían rápidamente sobre el, intentando inmovilizarlo.
-Hazlo ahora. -Grito aquel enorme sujeto mientras intentava sostener a Fausto junto con las otras 4 personas, las cuales tenían una complección lo suficientemente fuerte como para detener a la enorme bestia que luchaba por safarce.

El enorme lobo se sentía completamente acorralado, aunque su fuerza ahora era mucho mas explosiva que antes, por lo que intentó mandar a volar a aquellas personas que lo sostenían cuando de la nada sintió un pinchaso en la espalda. -Maldita!!! -Decía Fausto cuando una fuerte tacleada hiso que saliera a estamparce contra un árbol sercano.

Anderson se asercó a Yuuki la cual parecía haber dudado un segundo sobre lo que le había dicho anteriormente y le comentó con tranquilidad. -Ve con el chica, tal vez tu voz lo alcanze antes de que nos lo llevemos.
Fausto caió sobre su propio cuerpo y no pudo reicnorporarce. Su cuerpo comenzava a formarce denuevo en el de aquel sencillo chico que siempre sonreía con el alba y su menté comenzó a luchar para mantrener el control sobre si mismo.

-No.. no se saldrán.... con la suya. -Decía el chico entre divagaciones mientras Anderson se asercava para cubrir su cuerpo desnudo, ya que sus ropas estavan completamente destruidas y las demás personas recorrían el perímetro para solo dejar al padre Anderson, Yuuki y al chico que se devatía por el control de su cuerpo.