Miraa mira o:

Subi y subi pisos,cantaba y cantaba como Hatsune Miku con mis audifonos a todo lo que daba... Llegue a donde estaba la puerta y la abri, enseguida vi a un chico de cabello gris -Wow.. que alto-. pense. y a una chica que parecia estar disfrutando de la vista. Los ignore, subi a el pequeno cuarto donde guardan escobas, trapiadores y ese tipo de cosas. Me sente en el pequeno techo de aquel cuarto... senti el aire tibio y subi el volumen de mis audifonos hasta que estos no me lo permitieron mas.. estaba en total relajacion. -Esto es vida..- esclame para mi y seguia cantando.. -Itsudemo I love you...Kimi ni take kiss me...♥-

Las escaleras no tenían fin... la había escuchado, la canción maldita que hace que te salga acné y urticaria si llegabas a escucharla y no la mandabs a 547 contactos. Yo no tenía más de 10, unos primos en mi pueblo y mi abuela que recién se iniciaba en "chatiiar" (la cual se pasaba horas ahí).

Abrí la puerta de un manotazo y la hice a un lado, las bisagras resonaron.
Con la frente sudorosa llegué ahí arriba, oh, como no pensé encontrarme con tanto vago que desperdiciaba su futuro viendo el ocaso y oyendo cumbia y reggaeton por sus audífonos: estos cachorros son de esa "clase", había tres de ellos...

Saqué mi Lero Lero Candy y traté de componerme, me sequé el sudor con la manga, di un leve carraspeo para aclararme la garganta y caminé hacía ellos, el trío de estudiantes estaban extrañamente apostados en las tres esquinas que conformaban la pequeña azotea del edificio principal (la puerta estaba sobre la cuarta).

— ¿Qué, aquí suben a los autistas que se portan mal? — escupí al fin en voz alta. Carraspeo. Los veo incredulamente y me llevo la paleta a la boca.

Alcanze a escuchar un comentario que hizo algo o.. alguien, me fije bien y era aquel tipo que comia con Hayami y conmigo en esa vez, ahora tambien tenia una gran paleta la cual saboreaba sin verguenza, di un salto de aquel cuarto, cai de manera suave en el suelo, lo mire y sin duda alguna, seguia siendo igual de raro que aquella ultima vez.
-Hey!! esta vez tampoco me vas a dar paleta?!- le dije de manera burlona con una sonrisa.

Di un pequeño respingo e incliné mi torso hacía atrás: era la chica que estaba en la cafetería y que degustaba con su otra amiga (rarita por cierto) la tradicional comida de la abuela.

— Sí, por supuesto. — hice un ademán de entregarle mi paleta. — Pero te advierto que mi saliva a enamorado a todas aquellas que la han probado, unas han terminado en el hospital ¿sabes? — de la paleta escurrió un gran líquido viscoso amarillento (por el color de la paleta) que cayó hasta el suelo.

Miré al otro lado y esa era una chica que jamás había visto, ni siquiera se había presentado a mis clases...
Oh, ahora que venía a mi mente desde que inició el curso no he dado clase alguna... quizás ponga a todos los estudiantes a limpiar mi despacho o aprender a lamer sobres postales.

Esa chica rubia con enormes audífonos en la cabeza parecía haber salido de algún antro J-Pop, ¿era una disk-jockey?
Parece que ninguna de ellas se tomó mi comentario a pecho, y menos el peli-blanqui-gris a quien juré que nos había dado sólo una rápida mirada.

— ¿Relajarse? — me rasqué la cabeza, unos cuantos cabellos se vinieron abajo. Creo que necesitaba un baño. — Sí, yo pensaba lo mismo hasta que les vi a ustedes aquí, ahora creo que poniéndome en medio de cualquier carretera repleta de tránsito mientras leo poemas cursis con una taza de té sería mejor opción que quedarme aquí.

— ¿En serio? — contesté al comentario de la rubia. — En ese caso esperaré a que todos los alumnos que eduqué consigan su licencia de conducir, quizás no tenga que ponerme en medio de cualquier avenida para que me carguen todos ustedes, cof cof. — suelta una bocanada del humo de la paleta y mira al cielo naranja.

Sacó una lima y empezó modestamente a limpiarse las uñas mientras se perdía en sus pensamientos.
¿Level Upper, eh? Quizás sólo haya sido un rumor, como el de Samara o el payaso Pennywise~

La chica rubia dijo llamarse Misha y por lo que me dijo, a ella tambien le gustaba oir musica. Levante mi mano para estrecharla tambien -Yo soy Megamii,- Dije sonriendo -Y aquel tio de alla, es el sensei de....- me quede pensando en que materia impartia el, nunca nos habia dado clase ni nada.. y cuando le pregunte aquella vez de la cafeteria me dijo que su trabajo era hacer que los alumnos reprobaran...-Bueno, el es Sensei- dije dudando un poco. -El sensei que no comparte de sus dulces- exclame con tono sarcastico.

— Soy el profesor de Intendencia, ¿qué no me veo así? — me quité la bata y mostré una camisa rosada (efectivamente, sudorosa como siempre) y me quité la corbata... — Procuraré llamarte cada vez que necesite que alguien me presente.

Algo en mi corazón estaba excitando mi sangre... sí, algo... ¿pero qué es ésto?
Ya hacía años que había dejado los panditas que ocasionaban esta misma sensación (tras largos meses de recuperación).
Era ello: esa canción, acarreaba más seguidores que Llastin Beaver a una multitud de pequeñas mocosas en triciclos después de cantarles el Beibe, Beibe.

Miré los ojos de aquellos tres cachorros que se encontraban a pocos metros de mi, ahora estaban a kilómetros... y aún así podía ver el fuego en sus ojos. Oh sí, corazones jóvenes que buscan algo de acción...

FLASHBACK:
Secretaria: El profi Kaito tuvo que salir un momento a una convención en Tokiwadai.
Yo: *Se saca los mocos*

Es verdad, Kaito no está en la escuela. No hay nadie a cargo... kufufufufufufu.

— Puedo verlo... — musité con cara de ido, mirando al cielo y con la cabeza inclinada como un zombie. Después empieza a hacer gargaras con su saliva. — Fuego, sí, fuego... Uuu~

El tio empezo a murmurar cosas raras, dijo algo de "Fuego". Mire a Misha con cara de 'que demonios le pasa a este tio'
-Fuego?!?! a que se refiere??- le dije con duda. Luego un monton de imagenes inundaron mi cabeza, vi cosas en llamas y recorde ese olor que se desprende al quemar cosas... y todas las tonalidades de naranja que se forman con las llamas...algo rompio mi hilo de pensamientos, -Ese tio si que es raro- pense.

Spoiler:

Salí de mi trance.

— ¡¡Ustedes!! ¡¿No están cansados de su monótona vida estudiantil?! (Sí, ya se que no llevamos ni una semana de clases, pero sólo es una pregunta) ¡¡Hay que hacer algo para romper ese ciclo infinito!! ¡¡Inclusive vivir dentro de un Agosto Infinito es más reconfortante que ésto!! — solté todo ese sermón mientras apuntaba al horizonte con el dedo indice en pose de glorioso héroe. — Mufufufufufufu. — solté una risita diabólica y voltee a verlos para esperar sus respuestas con una cara de fascinación y PÉRDIDA DE CORDURA TOTAL.

-Agosto infinito?- habia escuchado algo parecido en algun lado...-Monotona vida estudiantil?- Por dios, que demonios tiene esa paleta?!- Ese tio echaba y echaba palabras que me confuindian. -Estemm... Si claro...- dije dudando, no sabia de demonios estaba accediendo. -Rompamos ese ciclo....?- exclame en tono dudoso y desconcertado...

PÉRDIDA DE CORDURA TOTAL... Sí así fue... al parecer el efecto iba reduciéndose lentamente... aún resonaba la canción en mis oídos... oh, que hermosa...

Voltee a mirarlos... ¡¡DIOS, ESTA ES LA NUEVA GENERACIÓN DE ESTUDIANTES!! en lugar de mirarme con esos ojos que rebosaban de excitación en las venas de los globos oculares y con el corazón latiendo a mil por hora (oh, odiosa canción por cierto) me miraban con una incredulidad asquerosa.

— ¿Eh? ¿Agosto Infierno? ¿Siglo? — repetí para mi después de que el par de chicas me preguntaran de que hablaba. Sí, son jóvenes E INGENUOS después de todo, no saben de lo que hablo, oh ya quiero verles sufrir tanto como yo en diez años, jojojo, espero estar varias décadas después en un asilo en Marte y burlándome de ellos mientras acarreaban piedras en la Luna. — Muajajajajajajajaja.

Oh, pero si era Zero-kun, aquel chico que había conocido en la clase de Takeshi, pero mis recuerdos siguen nublados sobre ese día, sólo puedo recordar catsup e inyecciones...

— Vaya, pero si eres tú Zero-kun. No deberías quemarme en púb—...

No pude terminar de hablar, me zumbaban los oídos, noté luego que por alguna extraña razón mi paleta se había DERRETIDO, NOOOOOOO ¿POR QUÉ? Debo ir a comprar alguna en este instante... ah, y estaba con un par de mocos fuera, creo que ninguno de ellos lo había notado. Jojojo.

— Como sea, debo largarme... —

NARRADOR:

Y mientras se largaba de ahí, nuestro amado Kintoki-Sensé a quién había depositado sus sueños de incendiar la escuela a unos tres jóvenes que no querían oír de la frustración de un hombre que está por llegar a los treinta años y que además jugaba con plastilina y no dejaba de comer dulces, un pequeño artefacto en forma de lavadora y televisión (algo a lo que estos jóvenes conocen como Ai-Pod) había caído del bolsillo de su amado maestro.

Oh, ¿pero qué tal? Había ya una canción sonando antes...

Spoiler:

-Etto...- Fue lo unico que se me ocurrio decir ante aquel acto de noseque que nos mostro el maestro de la paleta gigante. Vi que el chico alto de cabello grisaceo se acercaba, Misha le daba la mano y se presentaba, pense en hacer lo mismo y alzar mi mano tambien. Decidi que solo me limitaria a mirarlo y esperar alguna otra reaccion de Misha o de aquel chico.

Aquel chico se fue, -Jumm.. eso fue un poco grosero se su parte-. pense - Ya tendre tiempo de saldar cuentas con el-.
Luego voltee a ver a Misha, -No, no pasa nada-. le dije, note que ella llevaba tambien unos audifonos eran parecidos a los mios, solo que de diferente color. -Woow, que loco- me dije a mi misma.-Que oyes tu?, Misha-chan?-