"Paseando"... (cerrado)

por **Gin** Sáb Ene 15, 2011 9:05 pm

Una banda de matones caminaba por el puente de Ciudad academia, con piedras en sus bolsos, con la intención clara de hacer daño. Mientras caminaban reían de forma efusiva, diciendo muchos garabatos sin sentido, bebiendo alcohol, fumando unos cigarros, y escupiendo mucho. Estos sujetos llegaron a la mitad del camino, se sentaron y siguieron bebiendo, fumando, y haciendo mucho ruido. Mientras veían pasar a unos autos ya a estas tantas horas de la tarde, decidieron hacer un pequeño juego, el cual constaba, de tomar las piedras y atinarle a quien se cruzara por el frente. Varios autos pasaron, y estos terminaron apedreados. En consecuencia, ninguna persona quiso pasar por el puente, ya que de lejos se podía ver el disturbio.

De repente un transeúnte, que vestía una camiseta azul y un pantalón negro, paso caminando como si nada le importase por el puente. Al pasar por el lado de donde estaban, estos delincuentes, estos rieron y se acercaron a el. Lo rodearon, mientras se mofaban de el. El sujeto en cuestión decidió que era momento de hablar, ya que o sino esto se tornaría para peor. Y como no si los sujetos estaban armados con cuchillos y palos. El sujeto antes de hablar cerro los ojos, y dijo algo curioso que no venia al caso.

-Que hermosa noche muchachos... es una pena que vaya a llover... pero eso no deja de hacerla hermosa... solo que ahora me resfriare.- Dijo con algo de tristeza en su hablar, mientras los sujetos reían por la ocurrencia del tipo, de hablar una cosa sin sentido en esa situación. Uno de los tipos, se puso enfrente del hombre, y sin aviso le trato de acertar un golpe en el rostro. El sujeto sonrió con mucha calidez, mientras se dejo sentir un enorme rayo en la ciudad. De repente todos los hombres quedaron impresionados. En ese lapso de la luz producido por el rayo, el osado delincuente que trato de acertar un golpe al hombre, quedo quieto, mientras de apoco su cabeza se iba cayendo de su cuello, hasta terminar en el suelo de golpe, mientras giraba.

-Perdón por no haberme presentado muchachos... mi nombre es Gin, un gusto.- Dijo con una sonrisa de demonio, mientras un rayo se dejaba sentir, así como la lluvia empezaba a caer con fuerza. La sangre salpicaba por todos lados, eran algo horrible de ver. Uno de lo tipos que estaban rodeando a Gin se lanzo al ataque, mientras gritaba de rabia. Con cuchillo en mano, le trato de acertar una puñalada en la espalda, a lo que en una fracción de segundo, el sujeto respondió blandiendo una espada. El hombre gritaba de dolor, viendo como su mano caía al suelo, y su sangre se desparramaba por el suelo. Los otros inmediatamente se lanzaron a atacar al sujeto, y en una rápido movimiento, a todos les hizo un corte horizontal, que los partió por la mitad. Sus cuerpos desmembrados cayeron al suelo de inmediato. Los que eran una banda de 9 personas, fueron destruidos sistemáticamente por un sujeto en fracciones de segundo. El tipo al cual se le había cortado la mano trato de huir, mientras en su dolor gritaba por ayuda. Corrió tan rápido, mientras dejaba una huella de sangre a su paso. En su carrera llego a un callejón obscuro. Muy agotado por la sangre perdida, pero aun consiente que tenia que hacer algo para no dejar las cosas así. Por este motivo, decidió llamar a los judgement. Pero en el momento en que iba a ir a la cabina telefónica una voz se escucho al lado de el.

-Sabes, no seria divertido si los llamas a ellos amigo... créeme tus pecados, y los de tus amigo quedaran saldados después de muerto por el filo de mi Yamato.- El sujeto paralizado ni siquiera pudo soltar un quejido, mientras, de una forma muy rápida, Gin le hizo un corte vertical el cual lo partió a la mitad. Sus órganos caían por partes al suelo, mientras la sangre del hombre empapaba a Gin.

-Que pena, por que ustedes hacían disturbios, nadie quería pasar por estos lados, por lo cual, nadie podría oír sus gritos... ustedes se encerraron en su propio infierno, mientras que con el mismo, hicieron daño a gente inocente.- Claramente Gin se refería a los automovilistas, que fueron apedreados por la banda. Después de dichas estas palabras Gin solo pensaba en cambiar sus ropas, por unas limpias... sin tanta sangre encima. Antes de irse, un pequeño estornudo dejo soltar. Ahora solo pensaba en cambiar sus ropas por unas limpias, sin tanta sangre encima, y tomar un analgésico contra el resfriado. Después de eso, Gin se desvaneció, teletransportandose a otro lugar.